IDENTIDAD CORPORATIVA: Cuando la palabra Branding cobra sentido.

La identidad corporativa es la representación o imagen conceptual que un espectador tiene de una organización o de una empresa. La imagen corporativa es una parte de la identidad corporativa, que hace referencia a los aspectos visuales. El desarrollo de la identidad corporativa da como resultado la creación de una marca.

La identidad corporativa no trata sólo del logotipo de la empresa.  Representa un conjunto de variables tales como imagen, sensaciones, emociones, la filosofía y los valores que la empresa transmite al exterior.  Abarca aspectos tangibles de carácter estético como lo son su representación visual (diseño del logotipo), el desarrollo de todos los elementos de comunicación, tipografías, colores, papelería, elementos de comunicación externa e interna, publicidad; y también, aspectos intangibles, tales como la filosofía de la propia organización, su misión, valores, métodos, procesos, etc.

Hoy, más que nunca, las organizaciones necesitan realizar acciones que contribuyan a crear una imagen de ellas atractiva, moderna y a la vez, socialmente comprometida.  Una marca habrá logrado su objetivo si además de producir identificación entre los usuarios o consumidores, consigue que éstos se sientan identificados con ella.

EL VALOR DE LA MARCA.

Está comprobado que los consumidores no compran productos o servicios: compran marcas y el conjunto de aspectos racionales y emocionales que éstas les ofrecen. El consumidor se mueve por medio de estímulos emocionales. Se deja seducir por marcas que le atraen y que hacen de su momento de compra una experiencia inigualable.

En un mundo cada vez más competitivo, los mercadólogos buscamos que el cliente asocie a las marcas con un valor.  Resaltamos las cualidades que la marca transmite al cliente y que constituyen su fortaleza. Una marca reside en la mente de las personas como resultado de la suma de todas las sensaciones, percepciones y experiencias que se generan con el contacto de sus productos y servicios.  El consumidor no compra productos, compra conceptos que alimenten su ego y faciliten su relacionamiento.

Si buscas generar valor en tu marca y desarrollar un vínculo emocional con el target, aplica las siguientes estrategias:

1. Define las características y valores de tu marca. Identifica cuál es la experiencia emocional que quieres provocar en tus consumidores. Además, analiza qué valor puede aportar la marca al mercado.

2. Comunica y brinda experiencias. Define quién es el público objetivo y cuáles son los canales de comunicación con los que pueden conectar con el.

3. Mide los resultados.  Si no conoces el resultado de tu estrategia, no sabrás si la campaña está surtiendo un efecto positivo o negativo en tu consumidor.

Mónica Soto Turolla – Directora

Biná Marketing.